Cuando se terminó de amar pocas
palabras quedan por salir, muchas lágrimas, algunas a borbotones otras ahogadas
en nudos imposibles de deshacer. En caricias truncadas, en deseos de besos
apasionados, en miradas ciegas con ojos vivos. Vacío total lleno de desesperanza.
Esclavo de tu corazón. En espera de palabras llenas de malditos silencios. Carmines
en los recuerdos de labios llenos, rojos y rosas, tierras y cálidos. Lágrimas
saladas que inundan océanos. Sueños de pasiones de cuerpos inexpertos erizando los
anhelos perseguidos. Orgullo henchido de errores convencidos. Colocarte en
lugares que nunca tuviste sitio. Promesas dichas y nunca cumplidas.
El que ama, siente. Y el que siente
vive. Y el que vive sufre.
Es así, tan así que el amor se erige como el mayor motor de la literatura.
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