domingo, 28 de diciembre de 2014

El Amor te Elige



Sus miradas sabían expresar sus sentimientos, transmitían su complicidad y sus ilusiones. Se veían poco, encuentros fugaces, pasillos llenos de gente. Entradas en ascensores atestados. Pocas palabras, muchas sensaciones en sus ojos. La vida cotidiana era bonita y dura a la vez. Los días eran eternos y efímeros otras veces. Siempre al contrario de lo deseado. Tan cerca y tan lejos. Juntos en el mismo edificio, aquel grandioso hospital. Unidos por una misma oportunidad de servicio a los demás.
Sus vidas personales eran muy complicadas. Y la necesidad de no implicarse en otras por hacer sufrir, llevaban al efecto contrario en élla. Cuanto más se apartaba, más lo deseaba. Notaban que sus corazones vibraban pero no en la misma sintonía que necesitaban.
Pasan los días. Las miradas frustran. Las vibraciones son de sinfonías lentas y de notas tenues. Ya no explotan en óperas de Wagner. Se distanciaba el amor. Ese amor que te llega sin que lo busques.
El dejó al amor antes de hacerla sufrir. No quería implicarse en vivir junto a ella, hasta que su cáncer le diera una esperanza cierta o un fin seguro.

Nunca se sabe cómo reaccionamos ante el amor hasta que no lo vestimos a nuestro gusto.  

jueves, 18 de diciembre de 2014

Duerme en tu almohada



La palabra fin, al final de mis relatos me deja un vacío enorme. Es una sensación de poner todo lo que hay en mí en ese relato. Me dura unas horas hasta que por fin recupero la sensación de haber puesto lo mejor en esas sílabas. Me salgo fuera de mi. Me observo, me analizo y me mando la energía pérdida en el esfuerzo de la escritura.
Ahora es cuando ese relato, que ya está escrito, pertenece a los demás. Ya no está en mi. Es más, no me gusta releerme, no me creo que yo escriba esas cosas. Parece que otra persona dentro de mi es capaz de hacerlo, siento que nunca las hubiera escrito. Algunas de mucha calidad. Otras menos. Pero todas con la máxima imaginación. 
El relato está terminado. Hay muchos ya. Pueden ser un libro. De hecho ya hay uno terminado y en manos ajenas y amigas siempre. Un libro siempre es un amigo fiel. Nunca te abandona. Es más, es abandonado muchas veces pero cuando menos te lo esperas o cuando más lo necesitas, vuelve a tus manos casi sin darte cuenta. Lo has leído. Te ha gustado. O no. Lo dejas en un sitio, casi siempre donde debe estar. Otras en cualquier lado.
El libro no termina con su lectura. No acaba dejándolo en un estante o en un cajón. El libro siempre está. Siempre anda dentro de ti. En su rincón. Durmiendo en un letargo. Y casi sin darte cuenta un día se despierta y vuelve a tus ojos. Vuelve a tu cabeza. Recuerdas algo. Algo en ese momento de tu vida recobra vida. Ese es el libro. El que siempre te acompaña. El que te ayuda, el que te enseña, el que aconseja, el que te apoya. El que te hace vivir tus sueños. El que te lleva donde nadie llega. Te ama, te enfada, te hace llorar y reír. El libro no se acaba con la palabra fin.

El libro siempre duerme en tu almohada.