Suena la
campana, la clase acaba, salgo la primera y ahí está, esperándome como todos
los días. Mi amor, mi chica. Nos besamos recatadamente, dos chicas no pueden
besarse en los pasillos del colegio. Corremos al parque, vamos rápidas a
nuestro sitio. Ahí, detrás del gran árbol, con nuestros nombres grabados. Nos
cogemos de las mejillas, nos miramos a los ojos, ¡qué deseo más íntimo de poder estar juntas para toda
la vida! Nos besamos con pasión. Nos
abrazamos, nos tocamos con el arrojo de la inocencia y la falta de experiencia.
Necesitamos sentirnos. Piel con piel. Sus manos recorren mis pechos y mi lengua
su cuello. La sujeto del culo contra mi sexo. ¡Cómo sentimos el calor dentro...!
Suena el despertador. Las ocho.
Me toco los muslos, están muy mojados. Otra vez al colegio. Otra vez el mismo
sueño.
Hoy le digo que estoy enamorada
de ella.
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