La fuerza de vivir es el coraje y
ganas que tenemos que poner todos los días para enfrentarnos a la vida. A
nuestros propios miedos, obstáculos. Sin sabores. Situaciones difíciles,
complicadas. Está claro que don ganas de superarse siempre, de sobreponernos a
las dificultades.
¿Pero qué problemas, dificultades,
obstáculos, impedimentos tiene un ser recién nacido? Ninguno.
No sabe nada de la vida. No
entiende de oposiciones, de miedos, solo sabe que tiene que vivir. No tiene más
razones, no comprende nada. Está en la vida porque ha nacido. Parece una
perogrullada pero es cierto. Solo tiene el instinto de la vida. No hay en su
cabeza, en su entendimiento nada que le haga superar escalones de vida. Aun no
sabe que los tendrá.
Pero os aseguro que coraje por
vivir si lo tienen. Algunos nacen con mil problemas físicos o psíquicos que por
ley natural les dejan la vida en solo unas horas y ellos se empeñan en
contradecir a todos. A la naturaleza la primera, s los facultativos los
segundos y a su propia familia los terceros.
Nunca entenderemos el porqué.
Pero se aferran a un hilo de su propia vida para tejer una gran madeja de
fuerza, toman la decisión de vivir a costa de cualquier cosa que se le impida.
No saben nada, no entienden nada, no comprenden nada, y no razonan nada. Solo
vida. Y viven. Yo consiguen. Algo llevamos dentro que sin ser bagaje si es una
marca ya de identidad. Es vivir.
Algo tiene que tener la vida para
intentar vivirla sin saber ni entender lo dura, difícil y complicada que luego
la tendremos. Merece la pena agarrarse a ese dedo de tu madre y demostrarle que
la vida sin saber más hay que vivirla.
Todos deberíamos tener
consciencia de ese esfuerzo instintivo de vivir y damos ejemplos con sólo unas
horas, que no días, de vida.
Va por ti valiente
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